Granja Conchita fue constituida el 18 de enero de 1974 y desde entonces ha sido un referente en el sector lácteo. En este artículo, hablaremos sobre la historia y evolución de esta granja, así como de los proyectos punteros de investigación e innovación tecnológica que han llevado a cabo para mejorar la calidad de su producción.

Antecedentes

Las actividades agrícolas y ganaderas desarrolladas en la finca, actualmente denominada «Granja Conchita», tienen su antecedente en la explotación iniciada por D. Ezequiel Martín-Calero en las fincas que adquiere en el último tercio del siglo XIX. Estas fincas estaban situadas a derecha e izquierda de la carretera de Valladolid a Segovia, entre el río Duero y el canal del mismo nombre, y pertenecían a los términos municipales de Laguna de Duero y La Cistérniga.

D. Ezequiel transformó las fincas adquiridas de secano a regadío, obteniendo fama de agricultor y ganadero adelantado a su tiempo. Falleció en 1914 y sus hijos heredaron la explotación. Sin embargo, es D. Luis Martín-Calero Alonso quien, mediante los acuerdos pertinentes, adquiere las cuotas hereditarias que, en la mencionada finca, correspondían a sus restantes hermanos, y posteriormente aumenta su propiedad mediante la compra de otras tierras colindantes, llegando a su extensión actual, 180 hectáreas.

Desde 1914 hasta su fallecimiento en 1978, D. Luis Martín-Calero cultivó la tierra con arreglo a las técnicas más novedosas y progresivas de cada momento, guiado siempre por la idea de una explotación integrada y armonizada con sus actividades ganaderas. Aunque en otras fincas de su propiedad se dedicó también a la explotación del ganado porcino y al vacuno de carne, sus preferencias y empeño se proyectaron en el vacuno de leche, logrando, al final de su vida, que la Granja se convirtiera en una de las más afamadas de España.

Transformación en sociedad anónima

A principios de los años 70 del pasado siglo, la titularidad individual se convierte en sociedad anónima mediante la constitución de ésta al formalizarse en la correspondiente escritura pública, por D. Luis Martín-Calero y su esposa, con la idea de que a su fallecimiento se facilite la pervivencia de la explotación, en su integridad, evitando su disgregación, fraccionamiento y atomización del patrimonio. La titularidad del capital social corresponde actualmente a descendientes de los constituyentes de la sociedad en primer, segundo y tercer grado.

Proyectos punteros de investigación e innovación tecnológica

La Granja Conchita se caracteriza por la continua inquietud hacia los últimos desarrollos tecnológicos que puedan implantarse para optimizar su proceso productivo. A continuación, presentamos algunos de los proyectos punteros que han llevado a cabo:

Una de estas iniciativas es el desarenador, un sistema diseñado e instalado en la granja en 2015 que trata el purín desde su llegada procedente de las naves de la explotación ganadera hasta la revalorización de tres subproductos: arena reutilizable, fracción sólida y fracción líquida del purín. Gracias a este proyecto, se puede reciclar la arena de las camas con una recuperación de hasta el 90% de la que se utiliza.

Otra iniciativa es la instalación fotovoltaica de autoconsumo, que se puso en marcha a finales de 2018 con una potencia nominal de 80 kW y que actualmente está siendo ampliada con otros 330 kW. Con esta instalación, se espera generar cerca de 615 MWh/año, lo que podría abastecer el consumo eléctrico de más de 200 familias y evitar más de 300 toneladas de CO2/año.

Además, la Granja Conchita ha llevado a cabo varios proyectos de investigación en colaboración con el Instituto de Competitividad Empresarial de la Junta de Castilla y León y el Fondo Europeo de Desarrollo Regional. Uno de estos proyectos, denominado FACINLE, tenía como objetivo cuantificar el grado de sensibilidad de las vacas lecheras a los cambios ambientales para prevenir la aparición de estrés térmico en épocas calurosas. El proyecto AMBIGEN, que está actualmente en curso, ampliará esta investigación para incluir nuevos parámetros que tengan en cuenta la variabilidad genética de las vacas.

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