A finales del 2018, se puso en marcha la primera instalación fotovoltaica de autoconsumo de 80 kW de potencia nominal. Dicha instalación está siendo ampliada con otros 330 kW, con el objetivo de favorecer las políticas energéticas centradas en la generación distribuida, hacer más sostenible la granja y que la emisión por consumo energético no arroje un saldo positivo de emisiones, sino negativo.

Con los 410 kW de energía fotovoltaica, se generará cerca de 615 MWh/año, lo que podría abastecer el consumo eléctrico de más de 200 familias y evitar más de 300 toneladas de CO2 / año.